viernes, 7 de junio de 2013

Una tenue marea esta a la orilla de aquella playa, el faro siempre dispuesto a servir con su luz incesante a los marineros. En el cielo se dibujaban ya unas nubes sobre el rosado firmamento y unos dulces ojos contemplando la plenitud del atardecer, suave, tranquilo, hermoso; caminaba descalza sobre la arena, era este su lugar preferido, entonces el viento suspiró y una brizna besó sus mejillas... 
-¿será acaso que me quieres decir algo? -murmuró con una leve sonrisa.
-Sí - inesperadamente él respondió- que amo la forma en que tu silueta mantiene ese caminar tan excelso, tu valor, tu furia y coraje; leo en tus ojos los objetivos, veo tus pupilas dilatadas ante un triunfo nuevo...

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