domingo, 16 de junio de 2013

CERLINE (PRIMERA PARTE)

Erase una vez un unicornio que vagaba libremente por la ciudad de Cerline, un pequeño poblado que fue creado con el único propósito de llevar a el los más maravillosos  animales y objetos que fueran creados. El se encargaba de buscar en todo el universo, galaxia por galaxia, planeta tras planeta y traer consigo animales preciosos y objetos brillantes tan valiosos como la vida misma.
Mientras uno se pasea por aquella región se puede oír a lo lejos el murmullo del respirar del río, el cantar de las hojas de los árboles... y el silbar del viento en el césped húmedo...

-¡Mirad esos ojillos! No puedes evitarlos, ¿verdad? Míralo fijamente, él es Sebastián. Definitivamente si no lo hubiese visto yo antes iría en busca de algo parecido, veo en ellos magia; se convierten en un espejo para contemplar la hermosura de Cerline, ¿habéis, entonces, conocido ya Cerline Valeria? ¿Habéis contemplado un paisaje tan prolijo? - preguntó una voz ávida pero solemne.

Después de volver un poco en si, puesto que se hallaba en una somnolencia muy grande, pudo divisar una silueta grande, ¿quién sería aquél personaje? Creía haberlo visto antes, su forma le recordaba a alguien, ¿podría ser posible? Quedó pasmada y por un momento se llenó de temor. Cada segundo se iba aclarando su vista y entonces quedó al descubierto todo.

sábado, 8 de junio de 2013



En un apartado lugar se encuentra tu mente y tu alma... mas tu ojos permanecen aquí... como un sol naciente.

viernes, 7 de junio de 2013

Una tenue marea esta a la orilla de aquella playa, el faro siempre dispuesto a servir con su luz incesante a los marineros. En el cielo se dibujaban ya unas nubes sobre el rosado firmamento y unos dulces ojos contemplando la plenitud del atardecer, suave, tranquilo, hermoso; caminaba descalza sobre la arena, era este su lugar preferido, entonces el viento suspiró y una brizna besó sus mejillas... 
-¿será acaso que me quieres decir algo? -murmuró con una leve sonrisa.
-Sí - inesperadamente él respondió- que amo la forma en que tu silueta mantiene ese caminar tan excelso, tu valor, tu furia y coraje; leo en tus ojos los objetivos, veo tus pupilas dilatadas ante un triunfo nuevo...